El nacimiento de 550 flamencos ha demostrado el éxito de la anidación de estas aves en Portugal, según el Instituto para la Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF).

Los nacimientos de flamencos (Phoenicopterus roseus) tuvieron lugar en una de las marismas de la Reserva Natural de Sapal de Castro Marim y Vila Real de Santo António, propiedad de Compasal, propietario del Cerro do Bufo Salina. “Una colonia de alrededor de 3000 aves ha construido cerca de 800 nidos con huevos, y ahora incuban alrededor de 550 flamencos jóvenes”, explica el ICNF, en un comunicado enviado a Wilder.

Según el instituto que supervisa la conservación de la naturaleza en Portugal, se espera que los nacimientos de esta especie se repitan en el país durante el próximo año, convirtiéndose así en “una situación recurrente”, ya que esto “representaría una importante adaptación de la especie a diferentes condiciones de las que siempre ha tenido en los lugares habituales”.

En el área mediterránea, se conocen varios lugares donde anidan estas aves: Grecia, Túnez, Italia, Francia (Camarga), España (Doñana y Fonte de Piedra). Es desde estos lugares de donde suelen volar miles de flamencos a Portugal cuando llegan los meses más fríos, en busca de alimento.

Los intentos de anidación conocidos de este año se habían anunciado a fines de mayo, pero las ubicaciones aún no se han hecho públicas.

De hecho, la construcción de nidos de flamencos no solo ocurrió en el Algarve, ya que en la Reserva Natural del Estuario del Sado y la Reserva Natural del Estuario del Tajo, también se construyeron cincuenta nidos en cada una de estas áreas protegidas.

“Sin embargo, ya sea por el cambio de condiciones físicas que se produjo en los sitios, o porque había un número muy reducido de parejas, no se completó la anidación”, dice el ICNF, que indica que los dos sitios fueron abandonados.

Esta no era la primera vez que los flamencos intentaban anidar en territorio portugués, lo que viene ocurriendo desde finales de la década de 1990 en las principales áreas protegidas de los humedales – Ría del Tajo, Ría del Sado y Sapal de Castro Marim y Vila Real de Santo António. Pero hasta el día de hoy, nunca se ha observado a los jóvenes nacidos allí.

El instituto también destaca la colaboración de Compasal, la empresa que gestiona el salar donde nacieron los flamencos, por su “disponibilidad para mantener todas las condiciones ambientales y de seguridad, posibilitando así el éxito de la nidificación”.

ICNF también agradece la “discreción” de las personas y entidades que conocían los lugares, pero no los revelaron, “evitando así la posible perturbación provocada por la curiosidad de la novedad”, y el reportaje fotográfico elaborado por el fotógrafo Agostinho Gomes, «En todo el mundo. Cuidado y sensibilidad» con el que siguió el proceso.

Como el trabajo de los guardas de la región, “por todo el esfuerzo por mantener la seguridad y tranquilidad en el lugar, lo que ha permitido mantener el proceso de anidación y el desarrollo de las crías, sin perturbaciones que pudieran comprometerlo”.