Durante 2021 se instalaron 100 refugios para murciélagos en las islas de Mallorca, Eivissa y Formentera para reforzar el control biológico de la procesionaria del pino, ha informado este mes el Govern balear.

Estos 100 refugios se suman a los 450 que ya se han instalado en Baleares desde 2008, en una iniciativa que une el Servicio de Salud Forestal del Consejo de Medio Ambiente y Territorio al IRBI (Iniciativa de Recerca de la Biodiversitat de les Illes).

Las Islas Baleares albergan 17 especies de murciélagos. “Se trata de animales insectívoros y un elemento crucial para asegurar el control natural de plagas forestales como, por ejemplo, la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa)”, según un comunicado del Govern balear.

Además, son depredadores naturales de otros insectos voladores como los mosquitos. Por ello, “la instalación de refugios permite aumentar y estabilizar la población de murciélagos, que actúan como control natural de las plagas forestales”.

Los refugios se colocaron en zonas del bosque donde hay mayor presencia de murciélagos, como zonas de paso o zonas de alimentación. Se instalaron unos boxes en zonas de densa vegetación para evaluar, a futuro, qué opción es la más utilizada por estos mamíferos.

Y por primera vez se instalaron refugios en el Parque Natural de Es Trenc-Saobrar de Campos.

Monitoreo de refugios ya instalados

En 2021 se monitorearon 130 de los albergues ya instalados. “Se constató la presencia de murciélagos en 32 de ellos”. En juego hay tres especies: murciélago enano (Pipistrellus pipistrellus), murciélago pigmeo (Pipistrellus pygmaeus) y murciélago de Kuhli (Pipistrellus kuhlii). Aun así, estas dos últimas especies solo fueron citadas en la Finca Pública de Son Real, en la costa noreste de Mallorca. El número de individuos encontrados varía entre uno y tres, siendo la mayoría hembras.

Para este año 2022, Sanidade Florestal tiene previsto intensificar la instalación de más refugios para murciélagos en Mallorca y Menorca, especialmente en las zonas comunes y espacios naturales protegidos.

La procesionaria del pino cuando es adulta puede ser presa de los murciélagos; las orugas de esta especie tienen aves y coleópteros como depredadores) y pueden ser atacadas por parásitos (avispas solitarias y moscas) y enfermedades causadas por hongos, bacterias y virus.

Nunca se debe tocar o interrumpir una de las procesiones de orugas de esta especie, ya que sus pelos son muy picantes al tacto y también pueden irritar las vías respiratorias. Algunas personas y también animales pueden desencadenar fuertes reacciones alérgicas.

(en Wilder Helena Geraldes)