El Ayuntamiento ha puesto en marcha un protocolo para la promoción de la salud entre la población con menos recursos.
Igualar la accesibilidad de los ciudadanos con mayor vulnerabilidad socioeconómica a la prestación de asistencia sanitaria es una de las principales preocupaciones del Ayuntamiento de Castro Marim, en el contexto socio-económico actual. En este ámbito, nació un protocolo de colaboración entre el Ayuntamiento y la Santa Casa da Misericordia de Castro Marim, cuyo objetivo es desarrollar iniciativas y actividades conjuntas en el área de promoción de la salud.
Con un apoyo que ronda los 30.000 euros al año, la Santa Casa da Misericordia se ha comprometido a proporcionar a la población con carencia de atención sanitaria, mediante la realización de pruebas de detección, acciones de sensibilización y apoyo médico, para trabajar de manera más persistente en los problemas que limitan la población anciana, incluyendo demencia, incontinencia urinaria y dolor. Como parte de una vida sana y activa, entre otras acciones, la Santa Casa da Misericordia también pone en marcha un programa para dejar de fumar, que ya ha devuelto a 180 residentes a una vida sin tabaco.
La Santa Casa da Misericórdia de Castro Marim lleva 524 años trabajando con el fin de minimizar el sufrimiento de la población más desprotegida y necesitada y este apoyo viene a fomentar y consolidar la importante contribución que, en los últimos años, ha sido el pilar de los más desprotegidos.
«Más calidad de vida y dignidad para los más desfavorecidos. Dotar a todos los ciudadanos de un papel activo en la construcción de nuestra comunidad es una de las mayores responsabilidades de las autoridades locales y eso pasa, sin duda, por la prestación de asistencia sanitaria a todos por igual», dijo el alcalde de Castro Marim, Francisco Amaral.