La Fortaleza de Sagres, también conocida como Castillo de Sagres o Fuerte de Sagres, se sitúa al suroeste del Algarve (Portugal), en posición dominante, coronando el promontorio (punta o cabo) de Sagres. De sus escarpados acantilados, constantemente batidos por el viento, el visitante disfruta de una deslumbrante panorámica a lo largo de la costa, con especial mención a las ensenadas de Sagres, el cabo de San Vicente (extremo suroeste del continente europeo) y a la inmensidad del Océano Atlántico.
La propia fortaleza y sus inmediaciones, integradas en el Parque Natural del Suroeste Alentejano y Costa Vicentina, ofrecen la posibilidad de una vista próxima al patrimonio natural de la costa, especialmente en lo que se refiere a la flora, albergando alguna de las especies más representativas de la región (como por ejemplo el astrágalo, la margarita de mar, la sabina, el polio vicentino, el esparto, el puerro, las malvas y el perejil de mar).
Un poco de historia
El Promontorium Sacrum
No existe la certeza acerca de cuál sería la localización exacta de este promontorio sagrado que durante mucho tiempo impregnó de historia el lugar de la fortaleza, pero es posible identificar, en líneas generales, un área que se prolongaría desde la punta de la Piedad a la Arrifana, comprendiendo el cabo de San Vicente y el cabo de Sagres. Este espacio, por muchos designado como el fin del mundo conocido, donde se iniciaban las tormentas, integra hasta hoy una de las mayores áreas de menhires y construcciones megalíticas de Europa. Visitada por navegadores oriundos del mar Mediterráneo desde alrededor del 4000 a. C., fue citada desde la Antigüedad clásica por Avieno, Estrabón y Plinio el Viejo como un área dedicada al culto a Saturno o Hércules, divinidades de fuerte connotación con el mundo marítimo. Durante la época visigoda se rindió culto al mártir cristiano San Vicente de Zaragoza, el cual está estrechamente ligado al símbolo del cuervo. Por ello durante la dominación islámica se denominó al lugar ‘Iglesia de los Cuervos’ (Kenisset al-gorab).
Las restauraciones del siglo XX
Clasificada como Monumento Nacional por Decreto de 16 de junio de 1910, los trabajos de restauración promovidos en las décadas de 1950 y 1960 descaracterizaron la estructura al procurar devolverle su supuesta configuración original de los siglos XV y XVI. Las edificaciones del lado izquierdo fueron reconstruidas conforme a aquellas diseñadas en la iconografía del ataque de Drake, con un piso terreno y una chimenea por división. Fue colocada al descubierto, en esta fase, la llamada Rosa de los vientos.
En la década de 1980, dada la degradación del conjunto y buscando adecuar la utilización del sitio a los presupuestos de la Carta de Venecia (posibilitando la acogida de turistas), fue lanzado un concurso para restaurar la Fortaleza de Sagres. El proyecto vencedor, del arquitecto João Carreira, a pesar de una década de polémica suscitada por la naturaleza de la nueva intervención, introdujo en Portugal la discusión de la reutilización de los monumentos, en virtud de la compatibilidad de las nuevas estructuras con la memoria del pasado.
Actualmente, la fortaleza se encuentra abierta diariamente al público. Además de poderse apreciar las estructuras anteriores al siglo XVIII, recuperadas, modernas intervenciones permiten visitar las diversas áreas del promontorio. Hay además un centro de exposiciones, un centro multimedia, tiendas de artículos culturales y una cafetería.
Fortaleza de Sagres: Iglesia de Nuestra Señora de la Gracia
La edificación del actual templo vino a sustituir, posiblemente en 1570, en la época de Sebastián I de Portugal, la antigua ermita de Santa María mandada a erigir en 1459 por el Infante D. Enrique. Después del terremoto de 1755, en que quedó damnificada, fueron ampliados la sacristía y el campanario.
Presenta una planta simple cuadrangular de nave única, con pequeñas ventanas aisladas en las paredes y remate en bóveda de cañón. El ábside, con sacristía anexada, también presenta planta cuadrangular y es rematada por una cúpula semiesférica. La fachada principal está demarcada por la puerta de entrada con arquitrabe y tejado de dos aguas. Al campanario, erigido en la localización del antiguo osario del cementerio, se accede a través de una escalera desde el lado este.
Aquí se halla insertado, desde 1997, el retablo en estilo barroco de la Capilla de Santa Catarina de la Fortaleza de Beliche.
Una visita aconsejable.