El 21 de abril, Domingo de Pascua, tiene lugar el primer momento de la Fiesta en honor de Nuestra Señora de la Piedad: la Fiesta Pequeña de la Madre Soberana, punto de partida de aquella que es considerada la mayor manifestación religiosa al sur de Fátima.
A partir de las 17h00, desde la pequeña Ermita que acoge esta figura de culto y fe para los louletanos, tiene lugar el descenso del cerro de la imagen de la Virgen hacia la Iglesia de San Francisco.
En este Domingo de Pascua, el descenso de la Patrona obedece a una marcha fácil de organización profana; la marcha acelerada al conducir el pesado paso hasta la Iglesia de San Francisco es apenas el inicio de las conmemoraciones.
Durante los quince días de su estancia en este lugar, las novenas y los sermones conducidos por afamados oradores sacros constituyen una vigilia religiosa de gran poder espiritual.
El 5 de mayo, se desarrolla la Fiesta Grande de la Madre Soberana, que atrae a miles de peregrinos a la ciudad de Loulé, en una celebración verdaderamente singular en el contexto nacional.
