El municipio viaja en el tiempo en el mes de agosto con las Jornadas Medievales.
El Castillo de Castro Marim se encuentra en el pueblo y condado del mismo nombre, en el distrito de Faro, en Portugal.
Se trata de una fortificación rayana, en una posición dominante sobre el llamado monte del Castillo, defendía la travesía sobre el margen derecho de la desembocadura del río Guadiana, frente al Castillo de Ayamonte en la orilla opuesta, en la actualidad en España. Ex-libris de la villa, es considerado por los estudiosos como uno de los monumentos más significativos de la Edad Media portuguesa en el paisaje de la región. Está situado en la Reserva Natural del Sapal de Castro Marim, siendo muy apreciada la vista panorámica sobre el río, la zona del pantano (sapal), la sierra algarvia, España y las salinas y playas del litoral.
Un poco de historia …
Dice Rui de Pina en la Crónica de D. Afonso IV, que el rey de Castilla unió “…diez mil hombres a caballo y otros muchos a pie para dañar Portugal … y vino a Castro Marim y estuvo algunos días, y por combates y afrontas para conquistar el lugar, y no pudó porque había dentro defensores portugueses, que con mucha fuerza y osadía la defenderán …”
Castro Marim fue un importante puerto marítimo y fluvial, almacén de mineral y muchos comercios, villa fortificada, incluso antes de las factorías fenicias aquí establecidas. Muchas civilizaciones cuidaron de las fortificaciones, incluyendo romanos.
En 1238, una ofensiva de Sancho II llega a la desembocadura del Guadiana y el Castillo de Castro Marim se queda como puesto cristiano y se convierte en el primer objetivo de los musulmanes, deseosos de recuperar lo perdido. Y D. Dinis utilizó esto como argumento para convencer al Papa para fundar la Orden de Cristo en Castro Marim, donde había “… un castillo muy fuerte, que la distribución del lugar hizo muy defendible, en la fachada de los enemigos».
Después, apartados los musulmanes, Castro Marim deja de ser la cabeza de la Orden de Cristo.
D. Juan IV no sólo restauró y aumentó el castillo, sino que lo complementó con el Fuerte de São Sebastião, sobre el Cabezo, colina situada en el otro lado del pueblo, en tiempos albergada por las murallas castrenses.
La pared exterior, de forma semicircular contenía el pueblo y el llamado Castillo Viejo, fortaleza cuadrada con el apoyo de cuatro torreones cilíndricos y torres coronadas, la torre de menaje del castillo; muros y torres almenadas. Se encuentran representados en el Libro de las Fortalezas, de Duarte de Armas.
Hoy en día, el Castillo Viejo, casario del pueblo, antigua matriz, con cuarteles y fortaleza, muestran una amarga belleza que todavía se puede reconocer en muchas de sus funciones, pese a que el terremoto de 1755 arrasó Castro Marim; renació fuera de las paredes, de nuevo alegre, brillante.
El Castillo en la actualidad: Castro Marim regresa al Medievo
En agosto, Castro Marim regresa a la Edad Media en una recreación histórica de gran rigor.
Durante cuatro días y noches, el castillo de Castro Marim vuelve a recibir a reyes y reinas, caballeros de brillante armadura, bufones, malabaristas, y damas nobles. Toda la corte va a desfilar ante las miradas de admiración de los miles de visitantes que se desplazan allí cada año.
Torneos a pie o a caballo, espectáculos de teatro en la calle, banquetes animados por música de la época y una feria de productos típicos y artesanía, completan la animación de estos días medievales trayendo la magia y el misterio de antaño.
