Los Charcos Temporales Mediterráneos de Vila do Bispo y el increíble ‘Triops vicentinus’

Los Charcos Temporales Mediterráneos de Vila do Bispo y el increíble ‘Triops vicentinus’

El área territorial del municipio conserva un importante conjunto de ecosistemas raros y muy sensibles conocidos como los Charcos Temporales Mediterráneos


Los Charcos Temporales Mediterráneos constituyen uno de los más notables y singulares hábitats de agua dulce de toda Europa, por lo que se consideran como Hábitat Prioritario por el Anexo I de la Directiva Hábitats (92/43 / CEE).

Conscientes de esta realidad, la Liga para la Protección de la Naturaleza (LPN), ha remitido a la Comisión Europea un proyecto LIFE + designado «Conservación temporal estanques en el suroeste de Portugal», una iniciativa que se ha desarrollado durante los últimos cinco años, se inició en julio de 2013 y que termina en septiembre del presente año de 2018.

Los Charcos Temporales Mediterráneos se presentan como depresiones poco profundas, pero con alguna capacidad de retención de aguas de lluvia, registrando, por lo tanto, una alternancia anual entre una fase seca y una fase inundada. En algunos casos, la fase inundada, o hidroperíodo, puede ser más dilatada por contacto con acuíferos subterráneos que, en los meses de lluvia, aumentan su nivel freático. Por este motivo, y curiosamente, su capacidad de retención de agua no se debe a propiedades propias de impermeabilización, por el contrario. Estas suaves depresiones se benefician de la permeabilidad de los suelos de su lecho, que permiten elriego ascendente de aguas subterráneas.

La dinámica espacio-temporal de los charcos condiciona la estabilidad y la zonación de seres vivos. En el inicio de la primavera surgen las plantas acuáticas flotantes, con hojas y flores a la superficie. Se suceden las plantas anfibias, que inician su desarrollo vegetativo aún sumergido, floreciendo apenas cuando el agua empieza a desaparecer, persistiendo hasta la llegada de la fase seca, a comienzos del verano.

En cuanto a la fauna, los charcos temporales funcionan como zona de alimentación y reproducción de varias especies de aves, de anfibios y de invertebrados, siendo cruciales para la ocurrencia de algunas especies poco comunes y con alto valor de conservación.

Además de asumir un importante papel en la relación entre otros hábitats de agua dulce, la diversidad de vida en un charco temporal es significativamente elevada, generalmente superior a la registrada en otros medios acuáticos como, por ejemplo, lagunas permanentes o cursos de agua. Tratándose de ecosistemas raros y de elevada fragilidad ecológica, muchas de las especies que estos charcos acogen también son raras, algunas únicas a escala global, encontrándose por ello amenazadas.

trips-vicentinusEn el fondo de estos efímeros medios acuáticos, junto a los sedimentos, (sobre)vive una especie endémica, única en el mundo, denominada científicamente como Triops vicentinus. También conocido como Camerún-girino, el Triops vicentinus fue bautizado con el epónimo de la región donde fue por primera vez identificado en 2010, en las cercanías del Cabo de San Vicente, un inédito descubrimiento de la autoría de dos investigadoras con sede en la Universidad del Algarve Margarita Machado y Margarita Cristo.

La designación Triops se debe al hecho de que estos increíbles animales tienen 3 ojos (2 ojos compuestos y 1 naupliano).

El género Triops no es exclusivo de esta región, pues existen ejemplares similares en otras partes del mundo. La especie Triops vicentinus se encuentra confinada al municipio de Vila do Bispo, surgiendo muy esporádicamente en charcos temporales en la zona de Tunes, de Paderne y de Faro.

Estos animales poseen entre 35 y 71 pares de apéndices, designados de toracópodos. Estos toracópodos tienen diversas funciones, sirviendo para la respiración, locomoción y alimentación del animal.

Estos organismos son verdaderos supervivientes, auténticos ‘fósiles vivos’ que existen desde hace más de 200 millones de años, es decir, contemporáneos de los dinosaurios.

Son crustáceos de agua dulce y su ciclo de vida es pautado por la estacionalidad del agua del charco donde viven. Tienen la capacidad de vivir en condiciones de inmersión durante algunos meses y, a continuación, soportan las condiciones de sequedad estival extrema. Sus ‘huevos’ (quistes) resisten en la fase seca para eclosionar con las primeras lluvias de los años siguientes. Increíblemente, los quistes de Triops vicentinus logran sobrevivir durante años o incluso décadas, aguardando pacientemente por la llegada de lluvias en niveles adecuados a su eclosión.

En su primera fase de vida estos fantásticos animales son filtradores, terminando como voraces predadores carnívoros.

A pesar de la gran semejanza, las hembras se diferencian de los machos por presentar caparazones más grandes (los de los machos son ligeramente más redondeados) y por un primer toracopode ligeramente modificado para poder albergar los quistes. La longitud máxima de sus caparazones, descontando la cola (cerímetros), puede llegar hasta los 7 cm.

La preservación de los charcos temporales se vuelve así esencial para la supervivencia de esta singular especie, así como de otras, raras y exclusivas de estos hábitats. Se trata de una misión relativamente fácil, por medio de información, sensibilización y educación, y perfectamente compatible con actividades económicas denominadas «tradicionales».

A veces la agricultura y la pastoral comparten las mismas áreas de los charcos temporales. La acción no masificada del pastoreo puede, incluso, contribuir a la sostenibilidad y diseminación de crustáceos. Por el hecho de resistir a los ácidos gástricos de los herbívoros, los quistes y los propios Triops pueden ser transportados en las heces del ganado, poblando así otras zonas inundadas.

En tierra de mariscadores, excusado será decir que estos crustáceos no son comestibles.

Fuentes de información: Proyecto LIFE-CHARCOS
Texto y fotografía de Ricardo Soares (arqueólogo del Ayuntamiento de Vila do Bispo)

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