Ayer, los 140 finalistas regionales de la edición 2020 de 7 Maravillas se presentaron en RTP 1, esta vez con el tema de «Cultura Popular».

Monchique incluye la lista de 7 Patrimonios por distrito y va al concurso con Destila do Madroño, insertada en la categoría «Rituales y Costumbres» aunque compitió en otras categorías: Sillas de Tijera, Leyenda de Zorra Berradeira y 1 de mayo.

En el total de 504 solicitudes, Monchique fue una de las seleccionadas por el Panel de Expertos compuesto por 7 elementos de cada uno de los 18 distritos y 2 regiones autónomas, que eligieron 7 activos de cada región, en un total de 140 finalistas regionales.

El 21 de junio, los números de teléfono asignados al patrimonio de cada candidato, se indicarán en un programa que también se transmitirá en directo por RTP1. A partir de esta etapa, el voto popular decidirá qué candidatos avanzarán a la siguiente etapa.

El Ayuntamiento de Monchique desafía a todos los que quieran ser parte de este programa a seguir la candidatura de «Destila do Madroño» a 7 Maravillas de la Cultura Popular de Portugal.

La «estila» es el proceso de destilación del madroño que se hace en Monchique desde hace varios siglos, entre enero y marzo, y constituye un momento de convivencia y celebración entre vecinos, familiares y amigos.

Mientras que los madroños fermentados se destilan lentamente en alambiques de cobre, pasa el tiempo para socializar, hablar, jugar a las cartas y seguir la degustación del madroño con chorizo, jamón, pan, sonses o incluso febs de cerdo asados ​​a fuego abierto de la caldera.

En el área de destila, que generalmente está poco iluminada y donde se siente intensamente el olor a madroño y fuego, el cuerpo se calienta con aguardiente, se liberan lenguas, se hacen faldas e, incluso se dice, que muchos dichos populares allí habrá sido transmitidos o inventados, como el que sigue la tradición oral de Monchique: «El interior es para relajarse, el exterior es para curar, el invierno es para calentar y En verano para refrescarse».

El madroño es parte de la cultura de la Siera de Monchique, donde es común ofrecer un cáliz a los visitantes, tiene reflejos en el lenguaje e influencia en la arquitectura rural, donde puedes vislumbrar las pequeñas casas sin ventanas, donde las estilas tienen lugar …