La playa de Ponta Ruiva es muy conocida entre los surfistas por la ola que se forma en la parte sur.
La playa de Ponta Ruiva, en Vila do Bispo, debe su nombre a una enorme roca de color ocre en el extremo sur de la playa, junto a la que se forma una ola famosa entre los surfistas.
Los tonos rojizos de esta formación rocosa contrastan fuertemente con el negro de los altos acantilados esquistosos circundantes.
El acceso peatonal a la playa se efectúa a través de un camino de dificultad media, que desciende al acantilado en un lugar con pendientes más suaves.
La playa es muy tranquila, sin marcas humanas, el olor a jara es intenso y se pueden observar matorrales endémicos de enebro, alfombrados por los persistentes y fuertes vientos, y, más cerca de la playa, plantas resistentes al salitre.
Un pequeño curso de agua corta la pared rocosa del acantilado y desagua al arenal en la época húmeda.
De camino a la playa se pueden avistar tarabillas (pequeños pájaros posados en las ramitas más altas) y aves de rapiña, sobre todo halcones.
Acceso a la Playa de Ponta Ruiva
- Existen varios accesos no señalizados a partir de Sagres y de Vila do Bispo, todos de tierra batida, extendiéndose a lo largo de unos 6 km.
- El descenso hasta la playa es particularmente difícil y recomendado solamente para vehículos todoterreno.
- Pequeño aparcamiento no ordenado, sin instalaciones ni vigilancia.
- Orientación: Noroeste.
