El cabo de San Vicente y la fortaleza de Sagres son algunos de los lugares de interés de Vila do Bispo.
Ocupada desde la Prehistoria, Vila do Bispo debe su nombre al hecho de que fue donada al obispo de Silves a comienzos del siglo XVI.
Durante siglos, esta localidad conoció la prosperidad gracias a la pesca del atún, actividad con la que el infante D. Henrique recaudó buena parte de los recursos financieros para financiar los descubrimientos marítimos.
De hecho, durante el siglo XV, Vila do Bispo, municipio al cual pertenecen el cabo de San Vicente y la Fortaleza de Sagres, cobró una gran importancia, hecho que se debe en gran parte a las estancias del infante D. Henrique en la región, principalmente en la Fortaleza de Sagres, edificio que fundó.
Otro enclave de gran importancia en esta región es el cabo de San Vicente, que desde la Prehistoria posee un gran significado religioso y que, durante toda la Edad Media, fue destino de peregrinaciones a la tumba de San Vicente, el mártir que en el siglo VIII fue trasladado a este lugar hasta que finalmente, se sepultó en Lisboa en el siglo XII por orden de D. Afonso Henriques.
A finales del siglo XVI esta región fue atacada sistemáticamente por piratas árabes y por el corsario inglés Francis Drake, que causaron grandes perjuicios y obligaron a la construcción de un nuevo sistema defensivo.
Al igual que en gran parte del litoral del Algarve, el terremoto de 1755 causó la ruina de esta región que actualmente posee, en la memoria de su glorioso pasado histórico, una importante atracción turística.
Qué visitar:
Igreja Matriz de Vila do Bispo (Iglesia parroquial)
Los orígenes de la Igreja Matriz de Vila do Bispo (Iglesia parroquial) se remontan al siglo XVI. Sin embargo, el edificio actual es el resultado de una profunda remodelación realizada a finales del siglo XVII y a principios del siglo XVIII.
El cuerpo de la iglesia posee una sola nave, estando la capilla mayor antecedida por un arco triunfal.
La ornamentación interior de este templo data en su mayoría del primer cuarto del siglo XVIII, por lo que la iglesia presenta una gran unidad estética, predominando los elementos decorativos de estilo barroco.
Entre los retablos de este templo, destaca el que se encuentra en la capilla mayor y el retablo de la Capilla de N.ª S.ª del Carmen ambos del periodo “joanino”.
Entre los tesoros artísticos de esta iglesia, merecen particular referencia la imagen quinientista de Nª. Sª. de la Concepción, una naveta del siglo XV y también dos tablas pintadas representando a San Pedro y San Pablo.
Una de las características más interesantes de esta iglesia es la cubierta de la nave, que utiliza pintura de grotescos en el artesonado.
Sobresalen también los azulejos barrocos, procedentes de Lisboa, que cubren las paredes de la iglesia.
Ermida de Nossa Senhora de Guadalupe (Ermita de N.ª S.ª de Guadalupe – Raposeira)
Se trata de una de las iglesias más antiguas del Algarve. Fundada en el siglo XIV como ermita de peregrinación, fue remodelada en el siglo XV, posiblemente bajo el amparo del propio infante D. Henrique que solía orar aquí.
En la fachada, de hastial triangular, se sitúa un óculo y un pórtico ojival. En el interior de la iglesia se pueden apreciar columnas con ábacos y capiteles que presentan elementos encordados.
La capilla mayor de la ermita está cubierta con una bóveda. Si el visitante observa con atención las claves de la bóveda y los capiteles del arco triunfal, podrá admirar una figuración simbólica sobre la leyenda de Nª. Sª. de Guadalupe.
Igreja Matriz da Raposeira (Iglesia parroquial)
Es sabido que el infante D. Henrique vivió en Raposeira, donde descansaba con frecuencia. Esta iglesia, no obstante, es posterior a su época.
Se trata de una iglesia manuelina construida a principios del siglo XVI, tal como manifiestan las puertas manuelinas, el arco triunfal y la pila de agua bendita.
La puerta principal es un buen ejemplo del estilo manuelino: posee dos arquivoltas y capiteles decorados con motivos geométricos y vegetales.
En su interior destacan especialmente los retablos laterales de estilo barroco y algunas imágenes de los siglos XVII y XVIII.
Fortaleza de Sagres
Situada en el cabo de Sagres, famosa por su inigualable belleza, la Fortaleza de Sagres debe su origen al infante D. Henrique, que fundó aquí una villa en la que falleció en 1460.
Poco resta de la muralla que D. Herique mandó construir, ya que la fortaleza se reconstruyó en el siglo XVI y primera mitad del siglo XVIII, que fue cuando se configuró según el sistema defensivo “vauban”.
La entrada de esta fortaleza abaluartada constituye un buen ejemplo de la arquitectura neoclásica. En su interior quedan a la vista algunos cañones, un torreón quinientista y la iglesia de N.ª S.ª de Gracia, construida en el siglo XVI en el lugar exacto donde antes había estado la iglesia de Santa María, fundada también por el infante pero destruida por el corsario inglés Francis Drake en 1587.
Las principales atracciones de la Fortaleza de Sagres son, sin duda, la rosa de los vientos, un reloj de sol que se considera de la época del infante.
Lugar de profundo valor histórico y simbólico, este monumento ofrece a los visitantes la oportunidad de redescubrir el glorioso período de los descubrimientos marítimos y de apreciar uno de los paisajes más bellos del mundo.
Fortaleza del Cabo de San Vicente
Se trata de una fortaleza erigida en el siglo XVI para proteger la costa de los frecuentes ataques de los piratas árabes. Se edificó en el lugar donde se encontraba un convento medieval que, según cuenta la leyenda, había custodiado los restos mortales de San Vicente.
Se trata de una construcción militar de planta poligonal con un portón de entrada coronado por el escudo real y donde se localizaba un puente levadizo.
En el interior de la fortaleza se encuentra el faro de San Vicente, construido en 1904 y que actualmente sigue en funcionamiento.
