La música, el deporte, la artesanía, la gastronomía y las más genuinas tradiciones del interior serrano regresan a la villa de Salir con otra Fiesta de la Espiga que tendrá su punto culminante el Jueves de la Espiga, 30 de mayo, pero que presenta un programa que irá hasta el 1 de junio.

Del mismo modo que ha ocurrido en los últimos años, la Fiesta se realiza en tres noches temáticas: Noche de la Espiga (30 de mayo), Noche Popular (31 de mayo) y Noche Joven (1 de junio).

Las festividades arrancan el Jueves de la Espiga, día 30 de mayo, fecha en que se señala también el Día del Municipio de Loulé, a partir de las 9:00 con un Paseo BTT y Paseo Pedestre. A las 13h00, abre el espacio de tasquinhas dedicado a los Manjares y Petiscos Serranos, siguiendo la inauguración de la exposición de productos regionales donde estarán presentes artesanos de la Serra do Caldeirão, con los más variados productos desde artesanía a agroalimentarias.

El punto más importante de la Fiesta se realiza a las 16h00 de este día, con el tradicional desfile etnográfico que representa toda la actividad agrícola.

Las noches serán llenas con mucha música y se destaca las presencias de: Sonidos del Miño (30 de mayo), David Antunes (31 de mayo) y Karetus (01 de junio).

Según el calendario litúrgico, el Jueves de la Ascensión se conmemora el ascenso de Jesucristo al Cielo, concluyendo un ciclo de cuarenta días después de la Pascua. Pero en este día se celebra igualmente el Día de la Espiga o el Jueves de la Espiga. Sobre todo, en el Sur del país es tradición de ir a los campos a coger la espiga de trigo y otras flores silvestres, haciendo ramas simbólicas de la fecundidad de la tierra y de la alegría de vivir; algunas espigas, generalmente de trigo, simbolizan la abundancia, las amapolas, rosas, margaritas y la belleza y la rama de olivo la paz. Esta rama, en número de combinaciones variables según las localidades, se cuelga dentro de casa y allí se conserva durante un año, hasta ser sustituido por la «espiga» del año siguiente.

Salir, una de las más típicas freguesías rurales del municipio de Loulé, hace de la Fiesta de la Espiga uno de los principales carteles turísticos y etnográficos de la región del Algarve.

La Fiesta Espiga en Salir comenzó el 23 de mayo de 1968, organizada por la Junta de Freguesia, más propiamente por el presidente de entonces, José Viegas Gregorio, figura carismática y un gran impulsor de su tierra natal. El éxito de la primera edición, a la que presidieron el Gobernador Civil de Faro, Romão Duarte, y el alcalde de Loulé de la altura, Eduardo Pinto, sobrepasó todas las expectativas de la organización.

Desde entonces, Salir ha hecho del Día de la Espiga un gran acontecimiento regional, recibiendo miles de forasteros que aquí se desplazan para apreciar la artesanía, la gastronomía, el folclore, la etnografía o la poesía. La importancia que este evento alcanzó como cartel turístico del interior algarvio fue tal que el Ayuntamiento de Loulé marcó este día como festivo municipal.

En Salir el Día de la Espiga, que de cierta forma marca el inicio de la época de las cosechas, asume una importancia especial, ya que se aprovecha esta fecha para llevar hasta el gran público las manifestaciones tradicionales más características de esta parroquia rural. Los participantes en este espectáculo preparan con cierta anticipación sus coches y durante el desfile van ofreciendo algunos de los productos que transportan.

El cortejo etnográfico que desfila a lo largo de la principal calle de la villa representa toda la actividad agrícola y artesanal de la parroquia, en parte que se encuentra en vías de extinción, desde las siembras, mondas, sifas, trillizas, fabricación de pan, recolección del madroño, la destilación, la apicultura y la extracción de corcho, la venta al por menor del higo, almendra y algarroba, artesanía de lino, lana, palma, esparto, cestería de verga.

La exhibición de poetas populares declarando sus poemas hechos de improviso y una vasta exposición de maquinaria agrícola de las diversas marcas existentes en el mercado.

Una de las particularidades de la Fiesta de la Espiga es que la población tiene todavía la posibilidad de dejar un mensaje, en forma de poema, a las entidades gobernantes presentes, para pedir o agradecer las obras hechas en la tierra. Por otra parte, los ejecutivos del Ayuntamiento de Loulé aprovechan este día para inaugurar una carretera, una escuela, una obra de saneamiento básico o un equipamiento de carácter social, contribuyendo así a abrillantar aún más las festividades. Pero cuando esas obras no se concretan, las críticas en tono de broma son lanzadas a los responsables gobernantes del municipio y de la región.