Mallu Magalhães, Bombino, Ghetto Kumbé o Johnny Hooker fueron algunos de los motivos que llevaron a miles de personas a invadir el Área Histórica de Loulé el pasado viernes 1 de julio. Pero este sábado 2 de julio el récord fue el mismo, con Maro, Rodrigo Cuevas, Chico Trujillo o Skúru Fitchádu llenando los escenarios y haciendo enloquecer al público. El cartel del Festival MED’22, con nombres ilustres de las músicas del mundo, siguió estos días atrayendo a un público que aprecia la música global, la que une a los pueblos e incluso los gustos propios de cada individuo.
Artistas portugueses, de los PALOPS y de Brasil vinieron a demostrar que nuestro lenguaje es inseparable de esta industria que en los últimos años ha ganado un nuevo protagonismo.
El viernes fue una noche en la que se hizo lusofonía en los colores verde y amarillo de Brasil, con la cantante Mallu Magalhães y el “provocador” Johnny Hooker como los protagonistas de esta noche. Este último, representante de Naciones Unidas para la Igualdad y portavoz del movimiento LGBTQ+, incluso montó un espectáculo que marcará la historia de esta edición.
Desde Sudamérica, los colombianos Ghetto Kumbé, con su frenética percusión, mezclada con el nuevo afrohouse caribeño y ritmos tradicionales afrocolombianos, salieron del Escenario Matriz en completa locura hipnótica.
El viernes destacó también la actuación de N3rdistan de Palco Castelo, el cuarteto franco-marroquí liderado por el cantante Walid Bem Selim que dejó al público rendido con sus sonidos.
El sábado prosiguió la peregrinación a Loulé, con muchos “peregrinos musicales” con ganas de ver, oír y sentir el buen rollo que aquí se vivía. Una noche que contó con la armonía vocal de “nuestro” Maro que, con la melancolía portuguesa de “Saudade Saudade”, dejó al público con el corazón lleno. Luego, en el Escenario Cerca, los ritmos de Cuba, con un homenaje a la voz más grande de esta isla, Compay Segundo, a cargo del pianista Víctor Zamora & Sexteto Cuba. Quienes lo vieron no dudaron en dar unos pasos de salsa, como si fuera una coreografía del propio concierto.
La teatralidad de Rodrigo Cuevas -que además de cantante es un auténtico performer-, esta “estrella del campo”, que mezcla el folclore y la electrónica con “el humor, el hedonismo y el erotismo elegante”, brindó un auténtico espectáculo teatral, partiendo de la derecha desde el principio por la ropa de una mujer campesina, con falda larga, encaje y zuecos. También en Placo Chafariz, quizás el concierto con más decibelios de todo el MED’22: el caboverdiano Scúru Fitchádu y su parafernalia musical en la que metal y punk se dan la mano con funaná y otros géneros, dando como resultado un “afrofuturismo”. Y el público se sumó en una locura colectiva a estos ritmos únicos.
En el Escenario Matriz, luego de la voz de Angola de Aline Frazão, que volvió al MED en un registro menos íntimo y más festivo, los chilenos Chico Trujillo también celebraron con la cumbia reinventada que transformó este recinto en un espacio de baile al aire libre. La noche acabó a lo grande y con la plata de la casa. Sylva Drums trajo un DJ Set donde la percusión hipnótica marcó el ritmo.
Estos dos últimos días, previos al “Open Day” del domingo, estuvieron marcados por la alegría de poder contemplar lo mejor que la cultura tiene para ofrecer, especialmente la música pero también el cine, las artes de calle, las artes plásticas, la artesanía, degustar la gastronomía del mundo. y, sobre todo, socializar.
El programa del 18º Festival MED finaliza esta noche, con el “Open Day”, jornada de entrada gratuita. El concierto de la senegalesa Remna Schwarz es el plato fuerte de la noche.
