La playa de Barranco, en Vila do Bispo, surge en la desembocadura de uno de los valles más bonitos de la región, con laderas cubiertas por un matorral alto de enebro donde surgen imponentes afloramientos calcáreos y una estrecha vega ocupada por árboles frutales y vegetación ribereña.
El arenal es de pequeña extensión aunque largo, formando un pequeño campo dunar hacia el oeste y extendiéndose en dirección al interior del barranco, donde se mezcla con el canto rodado.
Este, a su vez, es usado por los bañistas para la construcción de pequeños abrigos semicirculares de piedra que funcionan como cortavientos.
En los extremos de la playa surgen acantilados calcáreos de tonos claros y se pueden ver las ruinas altaneras de una fortaleza del siglo XVII.