La entrega de la primera edición del premio María Barroso a la galardonada Maria do Céu Cunha Rêgo, transcurrió en la bella sala al aire libre en que se convirtió en el claustro Convento de San José, al final de la tarde del 27 de marzo de 1919.

El Presidente de la Cámara de Lagoa, responsable de la creación de este premio, subrayó en esta ocasión que cumple así uno de sus objetivos: «marcar el compromiso de este Municipio con la Promoción de la Igualdad de Género y de la Ciudadanía».

De recordar que ésta fue una de las prioridades definidas por Francisco Martins, al inicio del actual mandato autárquico. «La creación de un sector para esta área de la intervención municipal, bajo la responsabilidad directa del presidente, fue un primer paso. La institución del Premio María Barroso, en sociedad con el prestigioso grupo Vila Vita, es otra señal de nuestra implicación con esta causa «, explicó el alcalde de Lagoa.

El papel de los municipios en el área de la promoción de más igualdad y ciudadanía fue, a continuación, valorado por la Secretaria de Estado, Rosa Monteiro, que apuntó con elogios el recorrido de Lagoa do Algarve.

En su discurso, la gobernante destacó los «protocolos de territorialización de la Red Nacional de Apoyo a las Víctimas de Violencia Doméstica, el área de la formación de públicos estratégicos, o el programa intersectorial centrado en la promoción de la conciliación de la vida profesional, personal y familiar, llamado 3 en Línea «, como áreas en que es fundamental la articulación entre las políticas nacionales y municipales.

Por su parte, el galardonado Maria do Céu Cunha Rego, destacó en su discurso de agradecimiento, que persiste en Portugal una lógica de subordinación de las mujeres a los hombres, y que «siempre y cuando se mantengan social, los prejuicios de género basado en los papeles estereotipados hombres y mujeres, por más que mucha gente los pretenda legitimar o mantener a través de la tradición, el Estado está jurídicamente obligado a tomar medidas para eliminarlos «.

María do Céu Cunha Rêgo reforzó además que hay que liberar «a los hombres del peso social que cargan sobre sí, al tener que evidenciar la apropiación de las mujeres para validar su masculinidad».

La primera distinguida con el Premio María Barroso afirmó que «hace falta el trabajo de los hombres en la definición de las políticas y las prácticas para la igualdad de género», y que se debe a esta ausencia, algún resultado menos consistente que reconoció existir, incluso después de décadas de políticas en este ámbito.

João Soares, en representación de la familia de María Barroso, consideró «justísima» la atribución del primer Premio que transporta el nombre de su madre. Y aprovechó para recordar que María Barroso refutaba repetidamente la idea de que detrás de un gran hombre está siempre una gran mujer, diciendo antes que «al lado de un gran hombre hay siempre una gran mujer, y viceversa».

En esta sesión pública se enumeran los nombres de todos los candidatos al premio María Barroso 2018/19, y se entregaron símbolos de participación a los que estuvieron presentes en la ceremonia. Los miembros del jurado de este premio, el presidente de la Asamblea Municipal, todo el ejecutivo, los presidentes de Junta de parroquia y otros invitados estuvieron entre los muchos participantes en la ceremonia.

La presentación de la segunda edición del Premio María Barroso, que se atribuirá bianualmente, tendrá lugar en 2020, tras «pequeñas mejoras a la normativa para reforzar el llamamiento a la candidatura de personas individuales o colectivas de la sociedad civil», adelantó Francisco Martins.

Las interpretaciones de la soprano Carla Puentes, acompañada primero por el arpa y voz de Helena Madeira y después por el acordeón de Gonçalo Pescada, añadieron a este evento un ambiente especial. Entre temas antiguos y recientes, se oyó una cantiga de amigo, una canción de José Afonso, y «María de Buenos Aires» el tema con que se despidió.